lunes, 6 de abril de 2009

Más sobre antecedentes comerciantes ambulantes

El comienzo del comercio ambulante, puede seguirse en las famosas plazas y centros de intercambio o trueque. “El mercado ambulante tiene un arraigo cultural en la ciudad de México, en la forma de comercio de la Gran Tenochtitlán y Tlatelolco y en otras grandes ciudades prehispánicas que se extinguieron” comenta el arquitecto y experto en urbanismo Jorge Legorreta[1].

El tianquiztli, la forma de mercado de los aztecas tianguis para nosotros, abre el recorrido histórico del comercio ambulante. Los sujetos comerciales que se pueden aproximar a la concepción de comerciantes ambulantes son los nauhaloztomeca y los pochtecatlaloque en sus funciones de traficantes del comercio exterior del imperio azteca y como buscadores de mercados fuera de la ciudad capital azteca.

Esta búsqueda hacia al exterior y diversificación de los productos llevó a los comerciantes informales de la época colonial a utilizar los recursos disponibles para implementar su espacio de trabajo. “los cajones, por ejemplo, eran contenedores que desechaban los mercaderes de El Parián (mercado que cubría la tercera parte del actual zócalo), donde traían mercancías de China o Europa y al ser desechados, los comerciantes ambulantes los ocupaban para poner sus productos”[2].

Y se siguieron introduciendo mercancías de partes muy lejanas. Lo que antes denominábamos fayuca, productos de contrabando traídos del extranjero, pero sobretodo de Estados Unidos y vendidos en todo el centro histórico, principalmente en el barrio de Tepito[3], han sido sustituidos ahora por productos chinos y coreanos, además de la gran explosión de piratería que vive el comercio mundial (me atrevo a decir).

Así la dinámica y ritual de la compra cambia, con el cambio de mercancía, el cambio de actores y con el cambio de políticas del gobierno.

Desde la época de la conquista se trato de evitar esta actividad. Se han emitido bandos prohibitivos con la intención de erradicar el comercio ambulante.
El ambulantaje creció con el tiempo, “se concentró en la Plaza Mayor y más tarde se reubicó en mercados como La Merced, pero con la contínua actividad del comercio en la vía pública en los actuales perímetros “A” y “B” del centro histórico de la Ciudad de México”[4].
Hace poco se llevó a cabo un reordenamiento de los ambulantes que el gobierno de Marcelo Ebrard realizó en el perímetro “A” el 12 de octubre del 2007 y que pretende extender al “B”, pero este tipo de bandos no han resultado, “La prohibición del comercio ambulante ha sido un anhelo no cumplido por desplazar, minimizar o extinguir una gran tradición del centro de la ciudad”, indicó Legorreta[5]. Y no podría tener más razón.
[1] http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/88723.html

[2] Ídem

[3] “En lo que respecta al comercio ambulante, la construcción de mercados cerrados por parte del gobierno no acabó con la venta de mercancías en la calle; por el contrario, en Tepito se desarrollaron con fuerza los tianguis. El barrio perdió su carácter artesanal especializado en la fabricación de zapatos para convertirse en un gran centro de venta de mercancías, muchas de ellas de contrabando, coloquialmente llamada fayuca, traída de todo México y del extranjero. Con la globalización económica, el valor comercial de las vecindades de Tepito aumentó geométricamente para ser usadas como bodegas de mercancías, por lo cual, la mayoría de sus habitantes adquirieron viviendas en otras zonas de la ciudad”. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Tepito.

[4] http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/88723.html
[5] Supra


Martha E.

1 comentario:

  1. Excelente Articulo ¡¡¡ Totalmente a favor de una nueva visión urbanista mas arraigada a las costumbres y necesidades de los pueblos primigenios, por ahí va la solución.

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